viernes, 5 de agosto de 2011

Listless

Ayer me di cuenta realmente del por qué escribo. Antes pensaba que era como un medio de tirar indirectas (Incluso si la persona a la cual quiera aludir no tenga forma de verlo), pero después de decirle un par de cosas a un amigo, acerca de cómo me sentía, me di cuenta de que lo hago porque teniendo los pensamientos de mi cabeza no soy capaz de ordenarlos. Necesito plasmarlos en letras. Es común que cuando me pidan una explicación de lo que siento, mi primera respuesta sea "No sé" y acto seguido echo afuera un montón de palabras que explican con precisión cómo me siento, y termino dándome cuenta que sé perfectamente lo que siento pero no soy consciente de esto hasta que lo verbalizo.
Ahora, en esta instancia de mi vida, estoy emocionalmente inestable (y me enorgullece ser capaz de dictaminar esto con madurez) y no es para menos, creo yo, con todas las cosas que han pasado, en un lapso de tiempo más o menos corto.
El último golpe de información fue fuerte. Y aún lo estoy asimilando, pero ayer me di cuenta de que me tiene bastante decaída.
No sé cómo tomar lo que está viniendo, no sé de qué forma aceptar lo que me ocurre, ni siquiera sé si está bien aceptarlo, pero hago lo que puedo. Hago lo mejor que puedo, o al menos trato.
Creo que soy complicada, y me da miedo que me rechacen por esto, creo que estoy demasiado retraída y me asusta no ser capaz de contarle mis cosas a alguien, ¿En qué minuto comencé a alejarme?

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