sábado, 18 de febrero de 2012

te digo algo?


Antes de ayer me inicié en el primer nivel de Reiki. Sólo el echo de haber ido a Parcela Luna me otorgó la paz que necesitaba, me devolvió la energía, trajo de vuelta la fe y la fuerza.
Estaba tan perdida antes de ir, y ahora lo veo todo tan claro, y es mágico en cierto modo porque las cosas que me preocupan no han desaparecido, no se arregló el mundo por arte de magia, pero cambió mi disposición para enfrentarlo.

Aprendí tanto en unas pocas horas, encontré tantas respuestas... crecí.
Ahora sé cómo ayudarla, quiero hacerlo, me da miedo, pero lo haré.
En realidad, me da miedo verla, no sé... es como que tenía miedo darme cuenta que en realidad la fuerza que desarrollé era más o menos prestada, y que en el minuto en que la vea mal, en que vea la realidad de frente, esa fuerza se fugue, se esfume como el humo y ahí me quede yo, sola en medio de la vida con la pena y al final no haga nada.
Pero creo ahora sentirme más fuerte.. sé que esto no es una ilusión, sé que está dentro de mí, sé que puedo.
Otra cosa maravillosa que me pasó, bueno, no me pasó, sino que yo lo hice suceder, fueron los abrazos gratis que dimos con unas amigas ayer.
Hace tiempo que quería hacerlo, en realidad sie
mpre me llamó la atención la idea desde que vi el video de la campaña.
Es tan mágico cómo funcionan las energías, no hablaré de la gente que percibió la iniciativa con una energía negativa, pero sí quedé demasiado contenta, llena, con las personas que abrazaban realmente sintiendo el abrazo, meaning it (me carga que no hay una forma de expresar eso en español, o al menos yo no encuentro la adecuada), y es tan gratificante llenarse de energías positivas de las demás personas, que dan un abrazo desinteresado, por el sólo echo de otorgar amor, a alguien que no conoces; es realmente hermoso. Un amigo, o conocido tal vez, me preguntó que por qué iba a hacerlo y mi respuesta fue: Porque el mundo lo necesita.

Últimamente había andado por la calle con miedo, incluso estaba desarrollando una especie de fobia a salir a la calle, me sentía amenazada por la gente y las situaciones, y creo que eso se debe en gran parte a las condiciones en que se encuentra el mundo actualmente. Hay demasiado odio. Nunca había sentido el mundo así, tanto odio, tanto rencor, tanta violencia... Siento que eso me estaba superando un poco, y ahora me siento con un poco más de confianza ante el mundo, mi forma de ver el mundo ahora es capaz de protegerme, me siento confiada y cómoda en mis convicciones, en creer que si lleno mis pensamientos de amor, y los transmito al mundo y a las personas que me vaya encontrando a medida que voy caminando por la vida, estoy protegida, me mantiene un poco más a salvo que si anduviera por la vida con angustia y miedo. Al menos, me hace sentir así, y tal vez, sean cosas que al resto le parezcan absurdas... Pero mientras yo me sienta bien, me basta; qué rico eso si cuando alguien te entiende, cuando alguien quiere que le expliques tu forma de ver el mundo. Estoy feliz, estoy tranquila, creo qu
e todo lo que tenga que arreglarse se arreglará a su debido tiempo, creo que tengo que hacer lo que tengo que hacer, y nada más, y estar tranquila, agradecer por todo lo que tengo y seguir así, avanzar, por fin encontré el camino. Fue de noche por un largo tiempo, estaba oscuro y me daba miedo avanzar en la oscuridad; fui prudente y ahora está amaneciendo, la luz del alba está cubriéndolo todo y yo ya encontré mi camino, abandono este lugar en el que estuve pernoctando tanto tiempo. Ya es hora de seguir. Agradeciendo y disfrutando cada bocanada de aire.



viernes, 13 de enero de 2012

miedos

Tanto tiempo tratando de descubrirme a mí misma, para entenderme, para conocerme, y me he vuelto a encontrar donde mismo estuve alguna vez. Siento que no tengo idea de lo que soy ni de lo que quiero. Me he sorprendido sujetando el miedo que creí era sólo tuyo. Lo deposité en ti como en un espejo. No quería tener ese miedo y tampoco lo quiero ahora.

Me pregunto a mí misma qué hacer y no encuentro la respuesta. Perdí mis ideas por ahí, se me cayeron. ¿Dónde dejé la valentía de tantos impulsos que alguna vez cometí? Sé que eran demostraciones impulsivas, y hasta tal vez inmaduras, incómodas. Pero al menos yo me sentía cómoda haciéndolo. Ahora me avergonzaría. Si me avergüenza hasta pensar en hacerlo, me importa demasiado lo que pensarías. Y al fin y al cabo, no debiera importarme como quizá a ti no te importa qué pienso yo en estos momentos.

Sé que no es justo hacer suposiciones, que no puedo adivinar lo que se dibuja en tu mente, pero a veces los actos, e incluso, los no-actos, los silencios, hablan por sí solos. Si te importara… Si te importara… ¿Qué harías?

Detesto vivir con miedos, y al final, vivo llena de ellos, es irónico porque hasta tengo miedo de tener miedo.

Me da rabia ser tan tonta y empujarme a esto, saber que está mal, ser incapaz de cortar la cuerda que me une a esta mierda, ser tan masoquista y saber que si me llamas no puedo decirte que no. Y lo que es peor, ni siquiera me buscas tanto, no soy indispensable para ti, ni la mitad de importante que eres tú para mí. Digo que no quiero jugar a este juego pero soy la primera en tirar los dados, me emborracho con la adicción de tus besos. Es una locura, es un cliché, es estúpido. Y me doy demasiada rabia porque en condiciones normales, en el diario vivir me niego todo esto, lo niego al resto y a mí misma, pero una remezón de hormonas y ¡Boom! Salen todos estos sentimientos y resentimientos.

No sé por qué hago la mitad de las cosas que hago, me desconozco y no sé de qué forma estoy viviendo mi vida, esto a nivel general, no sólo en relación a ti.

Y quisiera poder decirte que sería tan feliz si estuvieras conmigo, que me imagino cómo sería nuestra vida de compartir experiencias, crecer juntos como personas, conocer lugares, gente, hacer cosas los dos como, si fuéramos uno.

Soy tan terca y a la vez tan cobarde. Sólo quiero sentirme siempre cómo me siento cuando estás a mi lado, cuando me abrazas, cuando me besas, sólo quiero sentir eso todos los días.

Nadie puede darte la seguridad de no despertar un día sintiendo que ya no quieres estar con la persona que tienes a tu lado, pero hay algo que cambia, una disposición diferente si es que estás en una relación seria con esa persona, una falsa sensación de seguridad tal vez, pero no es lo mismo que no tener ningún compromiso con la persona. Cuando simplemente te das besos con alguien cuando lo ves, cuando ni siquiera tienes una relación abierta o con esos miles de nombres que tienen las relaciones “light” de ahora, las posibilidades de que te cambien por otra persona o que hayan más personas se te refriegan en la cara.

Me preguntaron por qué yo no estaba dispuesta a hacer las cosas así, como él quería, por qué no podía jugar a ese juego. Y la verdad es sólo miedo. Miedo que como no hay ningún compromiso, nada que te ate a la otra persona, venga alguien y se lleve las migajas con las que yo me haya conformado.

Aún no tengo claro cómo voy a enfrentar los caminos, no quiero estar sentada en este páramo por mucho más tiempo, no sé si hace frío o si hace calor, sólo sé que quiero moverme, avanzar.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Nada que en realidad me angustie, sólo una reflexión

A horas de comenzar el día de mi cumpleaños, escribo una especie de reflexión en cuanto a cómo han cambiado las cosas desde hace un par de meses.
No quiero ir muy atrás, ni escarbar muy profundo, aunque es probable que lo termine haciendo.
El tiempo se ha vuelto tan subjetivo para mí, casi no tengo consciencia de él, ni de mi paso a través del mismo, como si simplemente flotara, como si nada me tocara realmente porque estoy suspendida en una esfera que todo lo atraviesa.
Recuerdo que hace unos meses pensé que estarías conmigo este día, nunca supe muy bien qué papel estarías cumpliendo, pero en esos momentos lo único que me importaba era que al menos, estuvieras. Me da un poco de lata pensar que ya no estás... Osea, estás, pero a la vez no te haces presente y me da melancolía... No sé bien cómo describirlo, realmente pensé que sería más fácil. Ya no me angustio, ya no te extraño como lo solía hacer, ya no me desgarra ese sentimiento en el interior, pero... dejaste un fantasma, de lo que pudo ser, y de lo que no fue, una sensación de que ni siquiera quedó algo ínfimo. Todo se esfumó, ya no hay palabras, ya no es lo mismo, qué lástima que ni siquiera te quedaste en mi vida con otro rol. Esto me lleva a pensar que en realidad tal vez nunca fue tu intención. Otras personas de las que yo me he alejado por razones similares, han hecho algo por permanecer, hay una cierta disposición que nunca veré en ti, o al menos, hasta el momento no he visto. No estás, pero ahora creo que es porque no quieres estar. I always meant what I said, but I'm not sure you did the same.
Ojalá hubieras intentado permanecer aquí, siento el amargo sabor de saber que no hiciste un esfuerzo suficiente... De saber que nunca te importó. Sé que si leyeras esto o si te lo dijera directamente, lo desmentirías. Pero palabras no son hechos.

viernes, 21 de octubre de 2011

wish I was old and a little, sentimental

A veces quisiera ser más simple, menos compleja, más fría, menos sentimental.
Como si fuera tan fácil.
Todo sería más simple si los afectos se midieran en tiempo invertido, si un chip en mi interior no desarrollara sentimientos antes de una determinada cantidad de encuentros, ajustable, y así podría hasta resetear el contador.
La vida es más compleja que un par de fórmulas, la vida no se mide en cantidades de horas junto a ti, se mide en la felicidad en que estas horas se traducen. En risas, en caricias, en recuerdos, aunque sean pocos, nada tiene una medida exacta para mí. Así como cocinar con medidas y tiempos exactos no tiene ningún sentido para mí, lo mismo el corazón, lo mismo los afectos, lo mismo los sentimientos.
Sé que soy complicada, sé que tal vez esté rota, pero nunca lo he negado, sé que estoy dañada en muchos aspectos, pero eso no me impide querer, no me impide sentir.
Por varios años he pensado que la gente tiene lo que se merece, o que cada uno es responsable de lo que le ocurre, pero realmente ya no sé cómo cambiar mi percepción de las cosas para que las cosas mejoren, ni tampoco creo que me merezca estas cosas. No quiero caer en la victimización ni la autocompasión, porque no son cosas terribles, y sé que hay gente que pasa por cosas peores, todo lo que digo, es que creo, sinceramente, que no me merezco esto. Sé que he cometido errores, como todos, y creo que he pagado por ellos.
Tantas personas antes de mí han dicho que no son perfectas, que no son las más lindas, ni las más inteligentes, pero que nadie ha querido de la forma en que ellos lo hacen a la persona que quieren. Bueno, realmente tampoco podría afirmar eso, porque no conozco a todas las personas que te quieren, no sé si soy la que más quisiera estar contigo, no sé si soy la que te haría más feliz, no sé ni siquiera si podría hacerte feliz.. pero tal vez pueda decirte que soy la que más quiere intentarlo. Ya me aburren los clichés, aunque por algo sean clichés y bla bla bla... Pero en realidad, prefiero pedir prestada una frase de algún libro o película, que al menos no sea tan conocida, y ser un poco más original.
Ya se me acaban las palabras, mi imaginación es demasiado amplia, mis sueños son cada vez más descabellados y angustiantes.
Y para terminar esto, ya que me quedo sin ideas...
¿Te ha pasado que a medida que pasa el día, y te van ocurriendo cosas, en tu mente lo único que piensas es... "no puedo esperar para contarle..."?

jueves, 13 de octubre de 2011

No me arrepiento

Soy de las personas que creen que no tiene sentido arrepentirse de sus actos porque por algo lo hicieron y algo se logra, un aprendizaje, una lección.
Pero sí, no puedo evitar mencionar que me has decepcionado, y eso es lo que me lleva a actuar de la forma que lo haré de ahora en adelante. Tenías razón, no es suficiente tiempo para conocernos, y de verdad ahora me quedó claro que no te conozco.
A mí me gusta el drama, pero siempre lo he dejado en claro, y he dejado en claro que me involucro fácilmente, que me engancho, y todas esas cosas que ya sabes.. en cambio, siento que, por más que a veces me digas cosas de ti, no me llevan a nada, y en realidad no te conozco, y no sé qué te lleva a actuar de determinadas formas. Y me estoy enredando, y esto es un fluir de conciencia y no tiene ni pies ni cabeza, pero necesito decir de alguna forma que esperaba más de ti... ya nada será lo mismo, ya no somos los de antes y ya no pienso echarme a morir por algo/alguien así.
No me gusta cuando al escuchar a alguien hablar, me recuerda automáticamente a otra persona cuyas actitudes me hayan defraudado, y lamentablemente, en cierto punto, escucharte ayer era escucharlo a él hablar. No estoy para esos juegos, ya no. Ahora quiero ser yo quién decida qué se juega, y sé que no estás dispuesto a perder, me quedó claro con tus palabras ayer, pero lamentablemente, el que no se arriesga no cruza el río, y yo no estaré eternamente esperando a que te arriesgues. Me cargan los ultimatums, las amenazas o esas personas que dicen "Te vas a arrepentir después", pero lamentablemente en muchos casos es cierto y ahora lo estoy viviendo. No creo que tú también quieras darte cuenta un año después que ya no haya oportunidad, que las cosas no son como antes y que las puertas se cerraron para ti.

Eso.

sábado, 8 de octubre de 2011

just a colorful thought

Es tan fácil llorar por lo que no tenemos, ser autocomplaciente, decir que la vida, el universo, el karma o como se le quiera llamar, nos odia. Que el mundo está en contra nuestra.
Es tan fácil sentarse y no hacer nada, que muchas veces me encuentro mirando el techo quejándome, maldiciendo, lamentándome por lo que tengo y lo que no. Creo que a todos nos pasa alguna vez, pero no podría soportar vivir constantemente con esa mentalidad, juro que prefiero ser bipolar en ese sentido y sentirme así sólo algunos días, y otros no, como un ciclo.
Porque los días en que no me siento así, poco me importa lo que no tengo, lo que quisiera tener, me digo que por algo no lo tengo, veo lo bueno de lo que sí tengo. La música suena fuerte en mis oídos y da lo mismo si es una letra melancólica o vacía, o si es de esas que te levantan el ánimo, sólo yo influyo, me encantan esos días.

Quiero que todos los días sean así, y sin embargo, sé que si así fuera no los apreciaría.

lunes, 3 de octubre de 2011

de cuando las flores me dijeron que vendrían


Soy realmente ingrata con las palabras.
Las tomo y las ordeno y las mezclo y las pongo en este recuadro blanco mayormente para quejarme, para explicarme porque estoy mal, para hablar de lo mal que me siento. Y cuando me siento bien, las olvido y olvido este recuadro y todo es tan lindo y de colores que no tengo tiempo para describirlo.
Bueno, yo quería que esta vez fuera distinto, pero entonces me llama y me dice esa frase que me hizo arder desde el fondo de mi ser. Perdóname, pero eres tú quién tiene que acordarse de
mi existencia, y hacer algo al respecto. Sé que no soluciono nada escribiéndolo aquí y que son cosas que debería decir a las personas correspondientes, pero el problema aquí es que no se inmuta. Se pasa la vida negándose a escuchar al resto porque es todo ella. Como dirían Álvaro, la Marisa, o mi papá.. "No se entera coño!" Pues no, no se entera.
Y ahora tengo todo esto hirviendo dentro de mí. Pero me detengo y me doy cuenta, en realidad no es como otras veces, porque estar enojado no es lo mismo que estar mal o triste, no; Ahora me siento perfectamente bien respecto al tema, pero sí me da rabia la desfachatez de sus palabras.

Y tengo varias otras cosas en mente. No sé si estoy muy seria, muy grave.. o la mayoría del resto está estancada en lo mismo de siempre.. siento que las cosas son distintas, siento que pienso distinto a ayer.
Algunos están muy perdidos buscando la diversión, y yo a veces no quiero buscarla porque para mí ya está ahí.. en ver una película metida en la cama, o simplemente no hacer nada, pero los que viven en el constante frenesí del movimiento, el sonido estridente y las luces cegadoras no son capaces de entenderlo y te dicen que eres aburrido, lo que realmente no me molesta, pero creo que hay que respetar los gustos y opciones del resto por muy distintas que sean de las nuestras.
Siempre relaciono esto con la frase de Sabato "La desesperación por divertirse tiene sabor a decadencia". Es tan cierto. Y yo misma he caído en eso más de una vez y cuando estoy fuera me parece tan mal y luego vuelvo a estar adentro y así sucesivamente, pero ahora, en este preciso momento, desde afuera me siento tan crítica hacia él.. siento que cuando se entra en ese juego se pierde la identidad, y se juega a ser algo que no somos, y con lo que soñamos ser, sea benigno o dañino, se distorsiona la realidad, se pierde el sentido... y tal vez se aprenda algo, pero también se puede perder mucho y hay gente más propensa a perderse y la línea entre lo inofensivo y lo peligroso es tan delgada como un alfiler.
Creo que eso es lo que me da rabia. Y por eso cuando estoy afuera aborrezco tanto esa actitud, porque cuando estás ahí no te das cuenta de las cosas y no eres capaz de tomar consciencia de que al hacerte daño a ti mismo puedes dañar a los que te ven desde fuera. Creo que es un comportamiento egoísta y autocomplaciente, que es un escape fácil para evadir la búsqueda de nosotros mismos. No lo digo a modo de reproche, sino como una observación, porque muchas veces yo lo he hecho. Porque a veces nos resulta más fácil, más cómodo... Pero siento que la verdad no se encuentra ahí, porque se adoptan máscaras y se monta un festival, y es entretenido, pero las máscaras no pueden durar para siempre, y cuando no sabes cuál es el rostro que llevas debajo de la máscara, entonces viene la angustia, la pérdida de la identidad, jugar a ser otro puede ser muy divertido, pero con el tiempo se olvida quién se es en realidad.

Han sido unos buenos meses haciendo balance, y sé que se vienen mejores, todo está donde tiene que estar, o al menos eso me digo para no desesperarme. Claro que a veces quisiera que algunas cosas fueran distintas, pero no por eso me voy a angustiar, todo vendrá a su tiempo y todo caerá por su propio peso.

Así que creo que sí tengo el tiempo para contarle al mundo lo colorido que está mi universo en estos momentos, lo brillantes que son las luces, lo cálido que es el sol en mi piel, lo bien que huelen las flores afuera, lo bien que se escuchan esos acordes... No pido nada, porque sé que llegará de todos modos, sólo lo desearé con todas mis fuerzas y en silencio y todo estará bien, justo como está ahora...


[Image by Lasse Hoile, check out his website http://lassehoile.com/]