
Es un hecho bien establecido que me emociono demasiado rápido y agarro vuelo y no hay quién me detenga, más que yo misma. Sí, porque cuando esto ocurre, me cuesta escuchar los consejos de mis amigos, pero una vocesita dentro de mí (digamos que Pepito Grillo) me dice que en verdad las estoy re cagando y tengo que pisar el freno. Pero me cuesta, demasiado, es como esos sueños que tengo en los que manejo; me perturban demasiado los sueños en los que yo manejo autos, porque no puedo frenar, y tal vez esa sea una demostración bastante clara de mi propia forma de ser y afrontar la vida.
Puedo pisar el freno, porque eso no es lo más difícil, lo más difícil es todo lo que acarrea pisar el freno. Los cuestionamientos, ponerme bajo una lupa y analizarme a mí misma, es difícil, creo que para todos es difícil el hecho de mirarse a sí mismo y decir; en esto estoy fallando, aquí estoy mal... no me cuesta porque me crea perfecta, me cuesta porque me avergüenza. Porque en el minuto que me doy cuenta de mis falencias, digo: "Chucha, qué pensara tal persona sobre esto", porque me importa demasiado lo que piensa el resto, trato de que no influya, y tampoco es que altere mi forma de actuar, pero me provoca más de un pajeo mental.
A veces me gustaría que la vida viniera con manual, o que las personas vinieran con manual, o que al menos uno mismo viniera con un manual. Me da miedo vivir la vida con miedo, creo que, cuando conozco a alguien, cuando una persona entra en mi vida, automáticamente me preocupa que no sepa de mis errores en el pasado, o al menos me preocupa no cometerlos otra vez, no asustar a las personas. Creo que sí, busco demasiado la aceptación en el resto. Me carga.
Y me da rabia ser tan pendeja, que no puedo mirar a las personas y decirles: "Sabes? quiero conversar esto que está pasando" No sé, como me da tanto la perso para decir cosas a veces, que después cuando hago el repaso mental, digo: ¿Por qué mierda dije eso? xD pero no me da para algo tan simple como afrontar una conversación.
Estoy loca, a veces me caigo tan mal. Ahora no me caigo mal, me refiero, en estos momentos, pero.. sí un poquito.
Y la mejor forma de no caerme tan mal, es escribir, así me entiendo un poco más, y pienso... "Sí, pobrecita, si igual no es tan su culpa ser así de especial". Eso es auto-compasión señoras y señores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario